Los elevadores para talleres de reparación de vehículos son herramientas indispensables que, por cotidianas, pasan desapercibidas a los ojos de muchos profesionales. Algunos suelen pensar que es una herramienta más del taller, sin prestar demasiada atención a sus características, ventajas de uno u otro modelo o incluso del tipo que se necesita. A veces existe la tendencia a amoldarse profesionalmente a un producto en vez de intentar que sea el producto el que se acabe amoldando a nuestras necesidades reales y profesionales; no en vano del elevador depende trabajar de una forma cómoda y sobre todo segura. No debemos olvidar que encima de nuestras cabezas se alzan toneladas de peso que pueden acarrear una tremenda desgracia personal en caso de mala praxis o por consecuencia de un producto de mala calidad.
Existen una gran variedad de tipos de elevadores para talleres de reparación de vehículos y también de modelos, por este motivo vamos a centrarnos en explicar las características más importantes que conciernen a los elevadores hidráulicos, ya que es el más popular en el mundo y seguramente sea el tipo de elevador que estés buscando para tu taller.
¿Cómo funciona el elevador hidráulico?
El funcionamiento de todo elevador hidráulico se basa en el principio de Pascal, el cual establece que la presión ejercida sobre un fluido dentro de un recipiente indeformable se transmite con igual intensidad en todas las direcciones y en todos los puntos del fluido. Los elevadores hidráulicos pues, emplean este principio para incrementar la presión y poder levantar un vehículo, de forma que la energía necesaria para la elevación se transmite a través de una bomba con un motor eléctrico, que empuja el fluido hidráulico por el cilindro, y que a su vez, actúa para provocar el ascenso.
En base a este principio encontramos diferentes tipos de elevadores, que pueden ser:
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Elevadores hidráulicos de 2 columnas
Como su propio nombre indica, este elevador cuenta con 2 columnas y normalmente también con 4 brazos de apoyo, estos pueden ser simétricos, por lo que las columnas y los brazos están alineados simétricamente y soportan aproximadamente el 50% del peso del vehículo, o asimétricos, donde las columnas están en diagonal y un brazo es más corto que el otro para elevar el vehículo desde un punto más desplazado del centro y poder así, instalar el elevador más pegado a la pared del taller. En el caso de los elevadores de 2 columnas también nos podemos encontrar con modelos de empuje por cadena o por husillo, estos modelos tienen la desventaja de que requieren de un mayor mantenimiento y consumo, ya que incorporan más elementos de desgaste y el motor o motores consumen energía tanto para subir el vehículo como para bajarlo.
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Elevadores hidráulicos de cuatro columnas
Estos elevadores disponen de mayor capacidad de elevación que los de dos columnas y suelen incluir un gato central desplazable que va de adelante a atrás, para así tener libre el eje delantero o trasero del vehículo y poder, de esta forma, realizar diferentes tipos de trabajo. También los hay especialmente diseñados para el alineado de ruedas, estos incluyen unos huecos en la parte delantera para el alojamiento de los platos y rampas móviles en la parte trasera.
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Elevadores hidráulicos de tijera
Este elevador dispone de un mecanismo del tipo acordeón bajo sus rampas. Se fabrican con una amplia gama de medidas, capacidades y alturas para satisfacer las necesidades del taller. Los modelos de elevadores tipo pantógrafo suelen incluir un elevador auxiliar para dejar el eje delantero y trasero en el aire y también los hay especialmente diseñados para el alineado de ruedas, estos incluyen unos huecos en la parte delantera para el alojamiento de los platos y rampas móviles en la parte trasera.
Cómo elegir un elevador Hidráulico
Como hacemos con todos y cada uno de los productos que nos compramos, sean para uso profesional, personal o doméstico, debemos seguir unas directrices esenciales a la hora de escoger entre los cientos de modelos que nos ofertan en el mercado. Como siempre, debemos utilizar el más común de los sentidos (el sentido común) y exigir todas las certificaciones, homologaciones y demás premisas de seguridad que te permitan ejercer tu profesión de la forma más segura. En este caso no te la debes jugar, el precio (además de todo lo que vamos a explicarte aquí) no lo es todo y siempre debe ir por delante la profesionalidad de la máquina, la seguridad y la garantía.
Las principales características que debes tener en cuenta a la hora de elegir un elevador hidráulico son:
– Altura de elevación: existen elevadores que pueden elevar el vehículo desde uno hasta dos metros. Lo ideal es elegir el elevador que nos ofrezca la mayor altura posible, ya que esto ampliará el número de trabajos que podremos realizar con el elevador y la comodidad para el operario.
– Peso: de igual modo, cada elevador hidráulico está configurado para soportar una cantidad de peso que debemos conocer antes de seleccionarlo para saber en todo momento si se ajusta o no a las necesidades del tipo de vehículos que queramos elevar.
– Uso: en función del uso que vayamos a dar al elevador, nos convendrá más un tipo u otro. Por ejemplo, si vamos a emplearlo para la alineación de ruedas, deberemos seleccionar un elevador diseñado para esta función, mientras que si lo requerimos para levantar un quad, tendremos que buscar un modelo confeccionado para efectuar esta tarea en concreto.
– Seguridad: antes de elegir un elevador debemos comprobar que el modelo ha sido sometido a todos los controles de calidad y seguridad establecidos por las organizaciones nacionales y/o internacionales. Por ejemplo, en Europa un elevador de vehículos tiene que cumplir la normativa UNE-EN 1493:2011, la cual obliga al fabricante a producir el elevador bajo unos estrictos controles de calidad e incluso de montaje. A modo de ejemplo un elevador que no cumpla esta normativa es comparable a circular con un coche sin seguro, en caso de accidente la responsabilidad civil e incluso penal recae sobre el responsable del taller y atenta directamente contra la seguridad del usuario. Desconfía siempre de los elevadores baratos y exige por escrito la documentación oficial del elevador.
– Montaje: éste debe ser efectuado siempre por profesionales certificados por el fabricante. Un buen elevador mal montado se convierte en un producto problemático, poco seguro y además pierde la garantía. No escatimes en el montaje.
– Garantía: los elevadores para taller son productos profesionales y por ley deben tener al menos un año de garantía por cualquier defecto de fabricación, esta resulta esencial, puesto que nos asegura un servicio en caso de necesitarlo.
– Mantenimiento: haz contratos de mantenimiento con técnicos homologados por el fabricante. Como cualquier máquina, un elevador necesita de un mantenimiento periódico, esto garantiza su buen funcionamiento, una vida más larga del producto y por tanto, una mejor rentabilidad para el taller.
– El fabricante: busca siempre elevadores de primeras marcas, esto es siempre señal de garantía de calidad, seguridad y de un buen montaje y servicio postventa.
– Normativa: imprescindible que los elevadores cumplan con la Directiva de Maquinaria 2006/42/EC y la EN 1493:2010 (de la cual hablaremos próximamente en nuestro blog), cualquier nuevo elevador que reúna sus requisitos debe ser un buen producto diseñado, seguro y eficiente.
Como ves comprar un elevador y escoger el correcto, aquél que necesitas, no es una tarea que deba tomarse a la ligera. Si necesitas asesoramiento, o simplemente quieres saber alguna cuestión más acerca del funcionamiento, tienes dudas o simplemente quieres dejar tu comentario acerca de este artículo puedes hacerlo a través de los comentarios. Estamos para ayudarte.